La ciudad, habitada desde la Edad de Bronce, ofrece un aspecto animado, donde se mezclan las tradiciones y los avances de la actualidad. Alberga a la población más joven de Baviera, y a numerosas personas de habla inglesa. Alquilar un coche, preferiblemente con kilometraje ilimitado, y desplazarse cómodamente por sus calles es un plan estupendo para apreciar su típica arquitectura, sus comercios y distintos monumentos. Permita que algún lugareño le cuente la historia de San Corbiniano y el oso ensillado, mientras descansa en algún bar de la ciudad.