Schwerin es el resultado de una excelente fusión entre bellos parajes naturales, una interesante arquitectura, obras de arte y testimonios de su larga historia. En este pintoresco entorno, salpicado por siete lagos, destaca el Castillo de Schwerin, que se ha erigido como uno de los emblemas de la ciudad. Pero, sin duda, la obra arquitectónica más relevante de la ciudad es el palacio de Schwerin que, hoy en día, es la sede del Parlamento de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.