Lugano tiene mucho que enseñar al visitante. Su casco antiguo, plagado de edificios de estilo lombardo, y totalmente peatonal, invita a pasear. La Catedral de San Lorenzo, construida en la alta Edad Media, sorprende por su fachada blanca de piedra de Saltrio y mármol de Carrara. Otra visita interesante es a la iglesia de Santa María de los Ángeles, de estilo románico tardío y con impresionantes frescos realizados por el maestro Luini. El parque Ciani, jardín botánico y junto al Lago, es el pulmón verde de la ciudad, con sus cuidados jardines, sendas peatonales... En la plaza de la Reforma, la del ayuntamiento, instalan mercados tradicionales con venta de productos de la zona. Otro punto de interés es la piazzeta an Carlo, con sus soportales y en la que lujosos comercios de anticuarios y joyeros comparten protagonismo y espacio con puestos callejeros típicos. Pero quien ha optado por contratar un coche de alquiler en Lugano, disfrutará libremente de sus desplazamientos por las montañas colindantes: El monte Salvatore, de más de 900 metros de altura y desde donde se ven unas magníficas vistas de la ciudad, el monte Brè, una escapada al paso de San Gotardo, con sus famosos Puente del diablo y Piedra del diablo...