Mainz ofrece un marco incomparable, donde una majestuosa obra arquitectónica domina el paisaje urbano: la catedral de Mainz, una de las edificaciones religiosas más importantes de Alemania, que data del año 975. Desde ese punto se extiende una ciudad del medievo, la cual se ha ido fusionando con los albores de la modernidad, a través de cafeterías, pequeños comercios, boutiques y construcciones más actuales, como el ayuntamiento o el Centro de Congresos en la Rheingoldhalle. Además de estos emplazamientos, cobran especial interés para los viajeros el Museo Gutenberg de la Imprenta o el Palacio de los Príncipes Electores, todos fácilmente accesibles con un coche de alquiler barato de Sixt.