Una vez que haya recogido su vehículo podrá comenzar a descubrir la región a su aire y con toda comodidad. Como es general en las ciudades alemanas, Mönchengladbach presenta un tráfico fluido y dispone de una red de infraestructuras eficiente y moderna. Entre las autopistas más importantes que sirven a la ciudad destaca la A 61, que cruza toda la localidad de norte a sur. Transcurre desde Nettetal, en la frontera con los Países Bajos, hasta Hockenheim, punto en el cual se comunica con la A 6. Ofrece salidas a ciudades de la importancia de Colonia, Bonn, Maguncia y Mannheim. Es posible acercarse al centro urbano mediante la B 230, que une la A 61 a la altura de Venn, Mönchengladbach, con la A 46 en Neuss, Düsseldorf, o por Krefelderstrasse, desde Neuwerk y la zona del aeropuerto.
Al conducir por las calles de Mönchengladbach descubrirá una preciosa ciudad verde, que combina el encanto de la naturaleza y los bosques con su dinámica faceta urbana, donde el arte moderno es protagonista. Le recomendamos iniciar su recorrido por el centro de la ciudad, donde verá el antiguo mercado, la Kapuzinerplatz, o plaza de los Capuchinos, y la majestuosa catedral de San Vito, de estilo románico, construida entre los siglos XII y XIII. En su interior alberga obras de orfebrería, importantes manuscritos antiguos y el mantel que, según cuenta la tradición, se utilizó durante la Última Cena. En torno a estos enclaves se define el casco antiguo de Mönchengladbach, aunque también en este distrito aparecen obras modernas, como la 'Columna de la Temperatura', la 'Fuente cuadrada y redonda' y la obra 'El hombre y el tiempo'.