La calma reina en la capital de Islandia, por eso conducir un coche compacto de SIXT, por las vías anchas y cuidadas del centro, es muy cómodo. Más allá de los atractivos de la ciudad, lo mejor es contar con un SUV para hacer excursiones en busca de auroras boreales, además de visitar lugares como el Parque Nacional Thingvellir, a unos 40 km. Otra opción para la que se necesita coche propio es hacer una ruta por las localizaciones de la serie Juego de Tronos, haciendo una parada en pueblos como Arnés.