Lituania es uno de los países del Este de Europa más desconocidos, turísticamente hablando. Sin embargo, eso no significa que no haya más de un lugar que merezca la pena visitar como es el caso de la capital Vilna, cuyo precioso casco histórico está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Otra de las ciudades que llaman la atención de los viajeros es Kaunas gracias a su encantador castillo medieval y a su espectacular catedral de estilo gótico. Entre ambas ciudades, se encuentra otra de las maravillas de Lituania, la excavación arqueológica de Kernavé, en la que hay restos de los asentamientos y fortificaciones prehistóricas, así como de construcciones posteriores que datan de la Edad Media. Tras la visita cultural, los aficionados a la naturaleza también tendrán la posibilidad de disfrutar del país gracias a los parques naturales y a zonas tan especiales como la península de Curlandia, una larga franja de arena que separa el Mar Báltico de la Laguna de Curlandia. Este espacio natural, protegido también por la Unesco, conserva las dunas de arena móviles más grandes de Europa.