Explorar las playas. el Algarve está repleto de pequeños paraísos de arena y mar. Entre las playas más idílicas, encontramos la playa de Marinha, la cala de Três Irmãos y la playa Dona Ana. Son playas muy accidentadas y salvajes, lo que contribuye a realzar su belleza.
Recorrer el casco histórico de Faro: esta ciudad es la puerta de entrada al Algarve, una coqueta localidad de pasado musulmán, de calles empedradas y casas blancas. Entre sus puntos de interés, destacan la catedral, la Puerta Árabe y la calle de Santo Antonio, repleta de tiendas y restaurantes.
Admirar Ponta da Piedade: déjate seducir por este lugar, bien desde el mirador, bien haciendo una excursión en barca. Se trata de un tesoro de la naturaleza que el mar se ha encargado de esculpir dando lugar a bellas formaciones rocosas.