Córcega es un territorio insular muy montañoso, en el que los espectaculares paisajes de agujas, picos y lagos alternan con extensas y apacibles llanuras. Las superficies montañosas constituyen el verdadero corazón de la isla, guardando sus tradiciones y costumbres en un bello marco natural salpicado de poblaciones con robustas casas de piedra. El esplendor natural se revela en los acantilados de Bonifacio, en las gargantas del Restonica o en el Monte Stello. El litoral corso, por su parte, tienen una longitud de más de mil kilómetros, y es el más variado y rico de Francia, con inmensas playas de aguas cristalinas, calas desiertas y acantilados de granito habitados por aves marinas.
Espacios naturales protegidos
A poca distancia de Ajaccio podrá establecer contacto directo con un entorno natural único, en el que disfrutar de parajes protegidos como la punta de la Parata o la islas Sanguinarias, a pocas millas de la costa. Para disfrutar del deporte tampoco es necesario alejarse mucho del centro de la ciudad. En la montaña es posible practicar senderismo, escalada, paseos a caballo..., mientras que en las playas los bañistas pueden hacer submarinismo, vela, windsurf o kayak de mar.
Hay múltiples rutas de senderismo y excursiones en coche que se pueden realizar por la región de Ajaccio para explorar su extraordinaria belleza natural, como el Sendero de Cretes: un recorrido de siete kilómetros que ofrece hermosas vistas del archipiélago de las Sanguinarias. También se pueden visitar las distintas torres genovesas que se extienden por la región, como la Torre de l'Isolella y la Torre de Capitello, amabas en Portificcio.
Carreteras: Las vías más importantes de Córcega son las 'routes nationales', como la N198, que bordea el litoral oriental desde Bastia a Bonifacio, y la N193, que discurre por el accidentado territorio entre Bastia, Corte y Ajaccio.
Son muchas las playas de Córcega que poseen un gran atractivo natural. Cerca del golfo de Ajaccio, destaca la playa Capo di Feno que, en realidad, son dos playas separadas por una campiña: el Grand Capo, una extensa y turística playa, y la playa de Sevani (Petit Capo), más reducida y tranquila. La playa de la Terre Sacree, próxima a las islas Sanguinarias, destaca también por su belleza. En ella se hallan seis hitos conmemorativos de la Primera Guerra Mundial. En la carretera del aeropuerto de Ajaccio se encuentra la playa de Tahiti, donde los visitantes pueden practicar diferentes deportes acuáticos gracias al viento reinante.
Islas Sanguinarias
Las islas Sanguinarias son un auténtico paraíso natural y su belleza ha sido evocada por múltiples viajeros. Le sugerimos que contemple una puesta de sol desde Ajaccio, momento en el que los cuatro islotes se tiñen de rojo. Hasta el archipiélago se puede ir en barco, o bien, puede verlas en todo su esplendor realizando una atractiva ruta con su vehículo de alquiler.
Península del Cabo Norte
La zona más septentrional de Córcega, la denominada península del Cabo Norte, es una de las comarcas más salvajes de la isla, la cual puede decirse que es una isla dentro de una isla. Se trata de un brazo de tierra de unos cuarenta kilómetros que se extiende a los pies del Monte Stello, y alberga calas y playas de arena fina o de piedras, además de poblaciones situadas en colinas escarpadas, donde se produce un vino extraordinario gracias a un microclima idóneo para el cultivo de la vid.
Ruta con un coche de alquiler: si desea contemplar las islas Sanguinarias desde una ubicación provilegiada, diríjase a la Punta de la Parata, próxima a Ajaccio. Desde allí, tomando la carretera de las Sanguinarias, hay una bifurcación a la derecha cerca de una pequeña capilla, cuyo sendero va hacia el mar. En cada rincón de este camino divisará unas impresionantes vistas de las islas.