La ciudad invita a realizar maravillosas rutas, y qué mejor que hacerlo con un coche de alquiler barato, con el que desplazarse cómodamente y bajo sus propios horarios a lugares emblemáticos de la ciudad, como la Catedral de St. Kilian, cuyas dos prominentes torres destacan en cualquier punto donde nos encontremos. La Residencia de Wurzburgo y la Fortaleza Marienberg son otros edificios dignos de una visita pausada. Además, recorrer el célebre puente Alte Main con sus imponentes figuras religiosas será una experiencia que guardará siempre en su memoria.