Mallorca: la mayor de las islas Baleares es uno de los principales reclamos. Palma de Mallorca y su impresionante catedral gótica, el castillo de Bellver, las maravillosas cuevas del Drach, la playa de Formentor, el bello pueblo de Sóller o la cala turquesa de Mondragó son lugares indispensables. Con un sedán o deportivo de SIXT, descubrir los encantos mallorquines será mucho más sencillo.
Menorca: las calas de Menorca son el atractivo más evidente de esta Reserva de la Biosfera. Cala Turqueta, Cala Mitjana o Cala Macarella son verdaderos paraísos sacados de un cuento. Tampoco hay que olvidar el casco histórico de Ciutadella, el encanto bohemio de pueblos de pescadores como Binibeca o la cultura talayótica con la Naveta des Tudons como protagonista absoluta.
Ibiza: las calles medievales de Dalt Vila constituyen el mejor ejemplo del patrimonio de Ibiza. Las aguas cristalinas de sus calas y los fondos submarinos de praderas de posidonia crean todo un espectáculo natural. Los pequeños pueblos ibicencos como Santa Gertrudis, los mercadillos hippies o el Parque Natural de Las Salinas completan la carta de presentación.