CONOCE LOS ESCENARIOS DE LA RUTA DEL QUIJOTE EN COCHE
Cualquier amante de las letras tiene claro que la obra por antonomasia del Siglo de Oro español es El Quijote. Don Miguel de Cervantes imaginó las andanzas de su querido hidalgo por las tierras de Castilla-La Mancha. Ese es el motivo principal de que hoy en día miles de admiradores recorran las villas que aparecen en la novela, entre molinos de viento, bellos parajes naturales y sitios llenos de historia. Hacer la ruta del Quijote en coche te dará una perspectiva única de los rincones manchegos más famosos, inmortalizados por Cervantes. Cruza la carretera acompañado de los episodios quijotescos, conoce los referentes literarios que siempre has imaginado mientras pasabas las páginas. Después de esta ruta, seguro que recordarás los nombres de todos los lugares por los que has pasado.
- Toledo o la inspiración cervantina
- Puerto Lápice y sus ventas manchegas
- Argamasilla de Alba, donde comenzó la leyenda
- Campos de Criptana, luchando contra «gigantes»
- El Toboso, la patria de Dulcinea
Duración: entre 3 y 5 días
Son muchísimas las posibilidades que se presentan al plantear la ruta del Quijote en coche. Nosotros te proponemos comenzarla en Toledo, la capital de facto de Castilla-La Mancha, imprescindible lugar de referencia en el universo cervantino. Tras atravesar los destinos más emblemáticos de la novela el final de la ruta tendrá lugar en El Toboso, que debe su fama principalmente a Dulcinea, el gran amor de don Quijote. Dada la cercanía de esta ruta a una gran ciudad como Madrid, no te será difícil llegar por tierra o por aire hasta la capital para alquilar un coche en alguna de nuestras oficinas, donde también podrás devolverlo cuando concluya tu viaje.
PREPARA TU MALETA
Una de las consideraciones a tener en cuenta antes de realizar la ruta del Quijote en coche, es la época del año idónea para hacerla. En verano y en invierno las temperaturas suelen ser más extremas, al no gozar de la influencia del mar. Las precipitaciones en esta zona no son muy abundantes, por lo que los meses de primavera o el comienzo del otoño pueden ser las mejores opciones. De esta manera, te asegurarás una temperatura más suave y agradable durante tu trayecto.
QUÉ TE DEPARA ESTE VIAJE
En total, la ruta del Quijote cuenta con más de 2.400 kilómetros de recorrido, con aproximadamente un total de 145 municipios para visitar. Siendo así, resulta evidente que haya tantas posibilidades para hacer la ruta del Quijote en coche.
Nuestra elección comienza en Toledo, conocida como «la ciudad de las tres culturas». A continuación, seguiremos hasta Puerto Lápice, testigo de más de una aventura del famoso hidalgo. Al llegar a Argamasilla de Alba ya estarás de lleno metido en la novela cervantina, pues aquí se cree que el gran literato empezó a escribir su obra. Las lagunas de Ruidera y la Cueva de Montesinos pondrán la nota natural a tu aventura, dos lugares muy apreciados para los amantes del Quijote. Campo de Criptana y sus molinos «gigantes» constituyen uno de los platos fuertes de este itinerario. Nuestro periplo por carretera concluye en El Toboso, donde conocerás la Casa-Museo de Dulcinea. Se trata de una ruta estupenda para hacer en familia, iniciando a los niños en el mundo literario, pero sobre todo para todos los entusiastas del Siglo de Oro español. Una manera mágica de descubrir La Mancha.
La ruta del Quijote en coche no pasa por ninguna autopista de peaje, por lo que es otra de sus ventajas a la hora de plantearte los gastos del viaje. La red de carreteras en Castilla-La Mancha es excelente y hay muy buenas conexiones entre los diferentes destinos de tu trayecto. Así que solo queda sentarte al volante, disfrutando de las extensas llanuras y los campos de la región.
TOLEDO
El capítulo IX con el que comienza la Segunda Parte del Quijote está casi íntegramente dedicado a Toledo. La construcción más emblemática de la ciudad, la Catedral Primada, aparece en el recorrido toledano de la novela. Pero también tienen protagonismo muchos otros, como la plaza de Zocodover, en cuyos bancos de piedra podrás ver representadas escenas quijotescas en cerámica. Baja por las escaleras del Arco de la Sangre para encontrarte con la estatua de don Miguel. No te pierdas la belleza arquitectónica de los principales monumentos de Toledo, declarada Patrimonio de la Humanidad. El Alcázar, el Museo del Greco, el Monasterio de San Juan de los Reyes o la Sinagoga del Tránsito deben estar en tu lista.
Toledo es una opción excelente para dormir durante la ruta, con un gran número de alojamientos como el Hotel Domus Plaza Zocodover o Grecorooms. No olvides la exquisita gastronomía manchega que podrás probar en los restaurantes toledanos: los vinos y quesos manchegos son los protagonistas de la mesa.
Si quieres tener la mejor panorámica de Toledo, tienes que acudir al Mirador del Valle, a las afueras. Desde aquí la ciudad deslumbra de manera especial a los visitantes, especialmente si llegas para ver el atardecer.
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85 km
Tu siguiente destino es Puerto Lápice, pero durante el trayecto puedes ir abriendo boca en otros pequeños pueblos, siguiendo las huellas del Quijote. Tembleque, con su preciosa Plaza Mayor, o Consuegra, donde empiezan a despuntar las siluetas de los molinos, son paradas muy recomendables.
PUERTO LÁPICE
Esta localidad será una de las más pintorescas en la ruta del Quijote en coche. Se trata de un pequeño pueblo, de apenas 900 habitantes, que era muy transitado entre los comerciantes. Don Quijote insiste en más de una ocasión en pasar por Puerto Lápice, donde se pueden encontrar muchas aventuras.
En la actualidad, uno de los mayores reclamos de Puerto Lápice es la conocida Venta del Quijote. Esta típica construcción manchega recibe todos los halagos por su patio central, su pozo o sus habitaciones. Sin embargo, también su cocina te transportará a otro siglo en esta peculiar posada: prueba el pisto o las migas, platos clásicos del recetario manchego. No te vayas de esta población sin conocer su maravillosa plaza porticada, donde seguro que sacarás más de una foto.
Desde Puerto Lápice puedes acercarte hasta Villarrubia de los Ojos, para asomarte al llamado Balcón de la Mancha. Ya el nombre te anuncia que vas a poder contemplar unas panorámicas increíbles de las llanuras, así que tómate un momento y respira.
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45 km
Antes de llegar a Argamasilla de Alba, puedes dar un pequeño rodeo y pasar por Almagro, sin duda uno de los pueblos más bonitos de La Mancha, con su Plaza Mayor y su Corral de Comedias. Otra parada recomendable es Villanueva de los Infantes, en cuya Plaza Mayor te encontrarás con las esculturas de Sancho y Don Quijote.
ARGAMASILLA DE ALBA
Nuestra ruta del Quijote continua por Argamasilla de Alba, uno de los platos fuertes para todos los admiradores de Cervantes. Son muchos los que defienden que aquí empezó el genio a escribir su obra.
La tradición popular afirma que Miguel de Cervantes estuvo encerrado varios meses en la Cueva-prisión de Medrano. A pesar de que no hay fuentes fiables que sostengan esta teoría, el espacio se ha convertido en una auténtica leyenda, siendo una visita obligada en nuestro trayecto quijotesco. Esta cueva está declarada Monumento de Interés Histórico-Artístico y se conserva prácticamente intacta. Imaginarse a Cervantes sentado, comenzando a escribir su famoso «en un lugar de La Mancha…» resulta aquí más sencillo. Por otra parte, hay mucho más que ver en este municipio manchego, como la ermita de San Antón o la iglesia de San Juan Bautista.
Si estás buscando alojamiento cercano en la zona, te recomendamos que vayas hasta Tomelloso. Este municipio es de mayor tamaño, por lo que los hoteles y otros servicios, supermercados o restaurantes, son más numerosos.
A las afueras de Argamasilla de Alba, en dirección hacia las Lagunas de Ruidera, encontrarás el Castillo de Peñarroya. Esta fortificación se sitúa en un acantilado natural, junto al pantano del mismo nombre. No te pierdas este impresionante ejemplo de arquitectura militar del siglo XII.
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42 km
Llega el momento de acercarte a una de las joyas naturales de La Mancha, el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. Su belleza está fuera de toda duda, tal como reflejó Cervantes en El Quijote. Prepárate para ser testigo de un verdadero espectáculo visual.
LAGUNAS DE RUIDERA
Este parque natural está formado por quince lagunas, que a su vez forman cascadas y saltos de agua. Cuando Cervantes habla de este lugar en su obra, afirma que parece fruto de la magia de Merlín. Estamos seguros de que cuando lo veas con tus propios ojos, creerás que estás dentro de un sueño.
El oasis que suponen las Lagunas de Ruidera en medio de la ruta del Quijote no te dejará indiferente. Si puedes te recomendamos que acudas a primera hora de la mañana, cuando las nubes están bajas y se crea un paisaje de cuento junto a las lagunas. Este paraíso de color turquesa se extiende a lo largo de 30 kilómetros y hay varios puntos imprescindibles que ver. La Cascada del Hundimiento es el salto de agua de mayor altura. La Laguna del Rey es una de las más fotografiadas y tiene una pequeña playa. La Laguna Colgada y sus pasarelas de madera bien merecen un paseo. Por supuesto, la flora y la fauna propias del parque te acompañarán en todo momento.
En la zona de las lagunas encontramos también otro sitio mítico para la ruta del Quijote, la Cueva de Montesinos. Los capítulos XXII y XXIII de la obra transcurren en este escenario, cuando don Quijote cae dentro de la cueva y sueña con una de sus aventuras. Dejando a un lado la imaginación, hoy se puede visitar acompañado de un guía. Aquí se han encontrado, entre otros objetos, monedas romanas y pequeños bronces pertenecientes al Bajo Imperio.
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78 km
Nos vamos acercando al final de la ruta del Quijote en coche, pero aún quedan algunas sorpresas. Un poco antes de llegar a Campo de Criptana, puedes detenerte en Alcázar de San Juan. Este pueblo manchego, muy reconocido en el Siglo de Oro español, tiene unos «gigantes» dignos de ver. Los molinos de viento de las afueras no están tan frecuentados como otros y son perfectos para una sesión de fotos.
CAMPO DE CRIPTANA
Si hablamos de luchar contra molinos de viento, Campo de Criptana cuenta con el escenario ideal. Esta es una de las paradas más turísticas de la ruta, principalmente por las icónicas construcciones que se conservan en la Sierra de los Molinos.
Uno de los momentos más conocidos de El Quijote transcurre en el capítulo VIII de la primera parte, cuando el hidalgo se enfrenta a unos molinos de viento que ante sus ojos parecen gigantes. Cervantes se inspiró en los molinos de Campo de Criptana para esta escena, los que hoy forman la estampa más reconocida de La Mancha. En la actualidad se conservan 10 de los 34 molinos originales, siendo tres de ellos Bien de Interés Cultural al datar del siglo XVI. Estos tienen su mecanismo original y algunos pueden visitarse para comprobar cómo funcionan. Otros se han convertido en museos, como El Culebro, que alberga el museo de Sara Montiel.
Además de los famosos molinos, Campo de Criptana tiene otros atractivos. No te vayas sin conocer el barrio de Albaicín, con calles estrechas y típicas casas pintadas en blanco y añil. Si te quedan fuerzas visita las antiguas casas-cueva excavadas en la roca, en la misma Sierra de los Molinos.
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18 km
Nuestra ruta del Quijote termina en el Toboso, la patria de Aldonza Lorenzo a la que don Quijote convierte en su amada Dulcinea. En esta localidad los versos cervantinos aparecen en cada rincón y Dulcinea nos acompaña por las calles.
EL TOBOSO
A pesar de ser la última parada de la ruta, no por ello está exenta de encantos. Son muchos los lugares que visitar en El Toboso, otra de las poblaciones con más protagonismo dentro de la novela de Cervantes.
La gran iglesia de El Toboso es la responsable de la famosa sentencia «con la iglesia hemos topado», que don Quijote le dice a Sancho. La expresión no es para menos, pues esta es una de las construcciones más destacadas, con una bella portada renacentista. Aquí también podrás conocer la Casa-Museo de Dulcinea, un espacio muy bien recreado, con el lagar o la almazara de la época. Tampoco te pierdas el Museo Cervantino, donde podrás profundizar en el valor de la obra maestra de la literatura española. Anímate a hacer alguna de las rutas a pie, como la literaria, paseando por las calles siguiendo las páginas de El Quijote.
El Toboso es una localidad recomendable para buscar alojamiento, antes de concluir tu viaje. La Hospedería Casa de La Torre es una excelente opción para descansar. Aprovecha también para seguir degustando la rica gastronomía de la región, en restaurantes como El Rincón de La Mancha.
Una de las curiosidades de El Toboso es que puedes conocer la Casa-Museo de Doña Ana Martínez Zarco. Según se cuenta, el autor de la novela se inspiró en ella para crear al personaje de Dulcinea. Comprueba como era un caserón típico de la época y revive una vez más el mundo del Quijote.